Las marionetas constituyen una rica fuente de juego simbólico, con ellas los niños pueden crear divertidos personajes y representar todo tipo de historias, lo que contribuye a desarrollar la creatividad y la imaginación.
Además las marionetas ayudan a los más pequeños a colocarse en el lugar del otro, lo que favorece el desarrollo de la empatía.
Pero no sólo promueven la creatividad, también tienen un efecto positivo en el desarrollo del lenguaje.